En 1571, tras un accidente montado a caballo, Michel de Montaigne abandonó su posisción como magistrado de Burdeos para retirarse a su castillo a escribir. Este es el inicio, casi novelesco, de una de las obras más importantes de la cultura occidental. Montaigne dialoga con los pensadores clásicos sobre todo tipo de cuestiones concernientes a la condición humana. Sus escritos son continuas tentativas en busca de una respuesta casi como si se tratara de un experimento, una probatura, un essai.